8 Que la única deuda con los demás sea la del amor mutuo: el que ama al prójimo ya cumplió toda la Ley. 9 Porque los mandamientos: No cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás, y cualquier otro, se resumen en este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 10 El amor no hace mal al prójimo. Por lo tanto, el amor es la plenitud de la Ley.
Rom 13 8-10
Para el “cristiano” la felicidad no viene sólo por el reconocimiento, para que nos vea los demás sino sobre todo por la recompensa de un Dios que ve en lo escondido
Llama dichoso a aquel que “ama de corazón sus mandatos” y los cumple, hallando en ellos alegría y paz. ( cf. Salmo 112(111))
La docilidad a Dios es, por tanto, raíz de esperanza y armonía interior y exterior.
San Pablo, en la carta a los romanos nos enseña como conducir todas las relaciones fraternas: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo. » (cf Rom. 13-8-...)Uno que ama a su prójimo no le hace daño; por eso amar es cumplir la ley entera.
Y santa Teresa, escribió.
“el Señor no se fija tanto en la magnitud de las obras como en el amor que las inspira”.
Entonces por que Nos siempre andamos dando vueltas para que nos vean, cuando hacemos (a veces) algo bueno por alguien?
o cuando servimos a la iglesia?
será por que aun en nuestro corazón no habita el señor solo es visitante de días, horas, o “momentos”...?
Como esta Hoy el señor en tu corazón, como huésped, visita o vive en tu corazón?