martes, 13 de febrero de 2018

Miércoles de Ceniza, Inicio de la Cuaresma, Historia Breve.



Estamos ya en el camino a la celebración que por excelencia es la mas grande de la Iglesia Católica que es la del Triduo Pascual Culminando con la gran Fiesta del Domingo de resurrección, pero antes de llegar a ella hay un tiempo de preparación la Cuaresma (Período de cuarenta y seis días/ tema que ya hemos abordado en este blog, http://memo-memolandia.blogspot.com/2010/11/cuaresma.html) Pero hoy trataremos solo de el Miércoles de Ceniza que da inicio a la cuaresma.

Exactamente fielmente no se sabe cuando comenzó en sí la tradición de colocarse la ceniza como señal de penitencia, pero ya desde el inicio de la humanidad a buscado maneras de demostrar su arrepentimiento o su penitencia. Por ejemplo los griegos, los egipcios, los judíos y los árabes, entre otros pueblos de Oriente, acostumbraban a cubrirse la cabeza de ceniza en señal de luto o duelo.

En nuestro caso como Iglesia católica podemos decir que nos fundamentamos en varios textos bíblicos que se refieren como la ceniza "Dios formó al hombre con polvo de la tierra" (Gen 2,7)., Num. 19:17, II Sam. 13:19, Jdt. 4:11,15, Jon. 3:6, por mencionar algunos.

En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse.

El Sacramentario Gelasiano (es un antiguo libro litúrgico cristiano , que contiene los textos para la celebración de la Eucaristía a lo largo del año litúrgico) en el se encuentra la costumbre actual de que todos los fieles reciban en su frente o en su cabeza el signo de la ceniza al comienzo de la Cuaresma no es muy antiguo.

En los primeros siglos se expresó con este gesto el camino cuaresmal de los "penitentes", o sea, del grupo de pecadores que querían recibir la reconciliación al final de la Cuaresma, el Jueves Santo, a las puertas de la Pascua. Vestidos con hábito penitencial y con la ceniza que ellos mismos se imponían en la cabeza, se presentaban ante la comunidad y expresaban así su conversión.

Aun que ya se hacían celebraciones de penitencias desde el siglo I no fue hasta el siglo II la Iglesia comenzó a celebrar anualmente el misterio pascual de Cristo, advirtió la necesidad de una preparación adecuada, por medio de la oración y del ayuno, en los siglos VI-VII cobró gran importancia el ayuno como práctica cuaresmal.

Ya a finales del siglo X desaparece la penitencia pública en su sentido realista, en el año 1001 (S XI) el Papa Urbano II, en el sínodo de Benevento (Italia 1693), extiende la costumbre de la imposición de la ceniza a todos los fieles de la Iglesia, incluidos los clérigos.

Dado el carácter universal del simbolismo de la ceniza, signo de luto y de muerte, en diversas religiones. Desde entonces Cuaresma comienza para todos con un gesto que nos invita a la conversión y prevalece la motivación penitencial con el ayuno y la abstinencia, expresiones de la penitencia cuaresmal

En la última reforma litúrgica (CONCILIO VATICANO II), se ha reorganizado el rito de la imposición de la ceniza de un modo más expresivo y pedagógico. Ya no se realiza al principio de la celebración o independientemente de ella, sino después de las lecturas bíblicas y de la homilía. Así la Palabra de Dios, que nos invita ese día a la conversión, es la que da contenido y sentido al gesto.

¿Porqué Miércoles?

Cuando en el siglo IV se fijó la duración de la Cuaresma en 40 días, ésta comenzaba 6 semanas antes de la Pascua, en domingo, el llamado domingo de "cuadragésima". Pero en los siglos VI-VII cobró gran importancia el ayuno como práctica cuaresmal. Y aquí surgió un inconveniente: desde los orígenes nunca se ayunó en día domingo por ser "día de fiesta", la celebración del día del Señor. Entonces, se movió el comienzo de la Cuaresma al miércoles previo al primer sábado del mes.



Recibe su nombre a una antigua tradición vincula el libro al Papa Gelasio I

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